martes, 12 de abril de 2011

Cuando sube el pan, 80 millones de personas más pasan hambre


Imagínese que vivieras en Europa y cobraras 1.500 euros al mes y su gasto mensual mínimo en pan, leche y arroz –ni hablar de carne– le supusiera más de mil euros; Cualquier encarecimiento de estos productos, por pequeño que fuera, supondría un quebradero de cabeza. Por suerte no es así, para quienes viven en España, o en los países llamados desarrollados, la subida de los alimentos es para la mayoría de sus habitantes un fastidio y no un verdadero problema. Sin embargo, para millones de personas en el mundo que emplean el 70% de sus ingresos en su nutrición, el precio de la comida es un asunto de vida o muerte.

Las crisis que viven actualmente las naciones ricas han tapado otra crisis, la de los pobres, que ha sido el origen de las revoluciones que se viven en el mundo Islámico. Y es que unos mil millones de personas en todo el mundo pasan hambre y varias decenas de millones más corren el riesgo de empezar a hacerlo debido a una crisis alimentaria que apenas ha concitado la atención internacional.

Los precios de los cereales –alimento diario básico en el mundo– acumularon ocho meses de subidas y llegaron al nivel más alto desde que hay datos: el trigo es ahora un 72% más caro que en 2006; el arroz, un 84%; y el maíz se lleva la palma, pues comprarlo cuesta un 132% más. "Los precios se están disparando y mucha gente entra en el umbral de la pobreza", señala Enrique Yeves, responsable de la FAO en España. En marzo se rompió la tendencia y se registró un descenso del 2,9%.

La especulación

Antes de la crisis financiera de 2008 había unos 900 millones de personas hambrientas. La catástrofe alimentaria posterior añadió otros 80 millones, "y la crisis de ahora parece que va a ser lo mismo", alerta Enrique Yeves. Según dice, las razones principales para este encarecimiento de los alimentos son las malas cosechas del año pasado debido a fenómenos climatológicos y el aumento de la demanda de los países emergentes (especialmente China y la India). Hay una tercera causa, más polémica: la especulación.

Además de las empresas que compran para comerciar, en los mercados se han colado los especuladores, que ven en los cereales una nueva forma de ganar dinero. Son 'hedge funds' (fondos de inversión libre) que "compran títulos en los mercados de futuros de materias primas para diversificar las inversiones, sin tener la intención real de adquirir las mercancías", explica Concepción Calpe, economista de Naciones Unidas.

Las apuestas de estos fondos pueden darles grandes beneficios o pérdidas, y se cree que son la causa de la gran volatilidad del mercado de los alimentos. Así, en un año el trigo puede encarecerse un 42,7% y crear una gran crisis de hambruna. ¿Posibles soluciones? Ayudando a que los países pobres inviertan en agricultura, regulando la volatilidad de las materias básicas y dejando de subvencionar la ganadería y la agricultura en Occidente. "Cada año se destinan 360.000 millones de euros en ayudas a los productores de los países ricos, así los productores de los países pobres son incapaces de competir y eso distorsiona el mercado", denuncia Enrique Yeves.

Cae la ayuda internacional

Cada vez más personas en el mundo sufren hambre, y sin embargo la ayuda internacional de los países más desarrollados no solo no ha crecido, sino que ha caído un 22% desde el año 2005. Si en aquel año se destinaron 8,9 millones de toneladas métricas de trigo (o alimentos equivalentes), el año pasado esta cifra apenas superó las 6,9 toneladas. Estados Unidos y la Unión Europea son los que más han escatimado su aportación, según datos del Consejo Internacional de los Cereales.

Otros 40 millones de personas han sido abocadas al hambre este año debido principalmente al alza de los precios alimentarios, según las cifras preliminares dadas a conocer por la FAO. Con ello la cifra total de desnutridos en el mundo se eleva ya a 983 millones, comparada con los 900 millones del 2008, mientras que la actual crisis económica y financiera puede conducir todavía a más gente hacia el hambre y la pobreza, según alertó hoy la Organización de la ONU.

El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI 2008 en PDF). India, China, Congo, Bangladesh, Indonesia, Pakistán y Etiopía, donde más hambre hay. "Para millones de personas en los países en desarrollo, contar a diario con una cantidad mínima de alimentos para llevar una vida sana y activa es un sueño todavía miy lejano. Las causas estructurales del hambre, como la falta de acceso a la tierra, crédito o empleo, combinados con los altos precios de los alimentos, continúan siendo una triste realidad", aseguró.

Con precios de semillas y fertilizantes (y de otros insumos) a más del doble de su nivel de 2006, los campesinos pobres no han podido aumentar su producción.

"El objetivo -añadió- de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996, de reducir a la mitad la cifra de hambrientos en 2015, requiere un fuerte compromiso político e inversiones en los países pobres de al menos 30 000 millones de dólares anuales para la agricultura y cobertura social para los pobres".

El mapa del hambre

La gran mayoría de las personas desnutridas en el mundo -907 millones- vive en países en desarrollo, según los datos de 2007 que ofrece El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. De ellas, el 65 por ciento se concentra en siete países: India, China, la República Democrática del Congo, Bangladesh, Indonesia, Pakistán y Etiopía. Los progresos en los países de mayor población tendrán un importante impacto en la reducción del hambre a nivel mundial. En África subsahariana, una de cada tres personas (236 millones en 2007) sufre de desnutrición crónica, el porcentaje más alto de personas desnutridas sobre el total de la población, según el informe. La mayor parte del incremento de hambrientos ha tenido lugar en un único país: la República Democrática del Congo, como resultado de un conflicto generalizado y persistente.


INGLES.

Imagine you lived in Europe and paid 1,500 euros per month and minimum monthly spending on bread, rice milk and flesh let alone earned him more than a thousand euros; any price increases for these products, however small, would be a pain in the head. Fortunately not, for those living in Spain, or so-called developed countries, rising food is for most of its inhabitants more a nuisance than a real problem. However, for millions of people around the world who use 70% of their income on their nutrition, the price of food is a matter of life or death.


The current crisis affecting the rich nations have blocked another crisis, the poor, which has been the source of the revolutions that live in the Islamic world. And is that a billion people around the world are hungry and tens of millions more are at risk of starting to do so due to a food crisis that has attracted little international attention.

The prices of basic daily food grain in the world, accumulated eight months of ups and reached the highest level since the data are: wheat is now 72% more expensive than in 2006, rice, 84% and corn takes the cake, then buy it costs 132% more. "Prices are soaring and many people entering the poverty threshold," said Enrique Yeves, head of FAO in Spain. In March, bucked the trend and fell by 2.9%.

Speculation

Before the financial crisis of 2008 there were 900 million hungry people. The food catastrophe later added another 80 million, and the crisis now looks set to be the same, "Enrique Yeves alert. He says the main reasons for this rise in food are poor crops last year due to weather events and rising demand from emerging countries (particularly China and India). There is a third case, more controversial speculation.

In addition to the companies they buy to trade in the markets have cast speculators who see the grain a new way to make money. Are hedge funds (hedge funds) that buy securities in the futures markets of raw materials to diversify investments, without real intent to purchase goods, "said Concepción Calpe, UN economist.

The stakes of these funds may give large profits or losses, and are believed to be the cause of the high volatility of the market for food. Thus, in one year the wheat is more expensive by 42.7% and creating a crisis of famine. "Possible solutions? Helping poor countries to invest in agriculture, regulating the volatility of raw materials and subsidize leaving livestock and agriculture in the West. "Every year we invested 360,000 million euros in aid to farmers in rich countries and producers in poor countries are unable to compete and that distorts the market," Enrique Yeves complaint.

International aid falls

More and more people worldwide suffer from hunger, yet international aid by developed countries has not only grown but has fallen 22% since 2005. If that year was for 8.9 million metric tons of wheat (or food equivalent), last year this figure barely exceeded 6.9 tons. U.S. and EU are the ones who have spared their contribution, according to the International Grains Council.

Another 40 million people have been pushed into hunger this year primarily due to rising food prices, according to preliminary figures released by FAO. This brings the total number of undernourished in the world has now risen to 983 million, compared with 900 billion in 2008, while the current economic and financial crisis can lead to even more people into hunger and poverty, said today Organization of the UN.

The State of Food Insecurity in the World (SOFI 2008 in PDF). India, China, Congo, Bangladesh, Indonesia, Pakistan and Ethiopia, where there are more hungry. "For millions of people in developing countries, have daily with a minimum amount of food for a healthy and active life is a distant dream still miy. The structural causes of hunger, such as lack of access to land, credit employment, combined with high food prices, remain a sad reality, "he said.

With prices for seeds and fertilizer (and other inputs) to more than double its 2006 level, poor farmers could not increase production.

"The goal, he added, the World Food Summit (WFS) in 1996 of halving the number of hungry by 2015, requires strong political commitment and investment in poor countries at least 30 000 million year for agriculture and social coverage for the poor. "

The Hunger Map

The vast majority of the undernourished in the world -907 000 000-live in developing countries, according to 2007 data reported by the State of Food Insecurity in the world. Of these, 65 percent is concentrated in seven countries: India, China, the Democratic Republic of Congo, Bangladesh, Indonesia, Pakistan and Ethiopia. Progress in the most populous countries have a significant impact on reducing hunger worldwide. In Africa, one in three people (236 million in 2007) suffers from chronic malnutrition, the highest percentage of undernourished people in the total population, the report said. Most of the increase in hungry occurred in a single country: the Democratic Republic of Congo, as a result of widespread and persistent conflict

domingo, 10 de abril de 2011

DESENTRAÑANDO COLOMBIA - La búsqueda de Luz. By Patricia Simón.

Luz en primer plano, mientras su marido consuela a su madre
(Javier Bauluz / Periodismohumano)


En un país con cuarenta y cinco millones de habitantes, casi tres millones de desplazados y 38.000 desaparecidos en las cuatro décadas de conflicto que lleva sufriendo es difícil encontrar a alguien que no tenga alguna víctima entre sus allegados. Y muy fácil encontrar a familias enteras que han sufrido el azote despiadado de la violencia sobre varios de sus miembros. Ése es el caso de Luz Agüelo, una joven de veinticuatro años, hija de campesinos y perteneciente a ese 46 por ciento de la población de Colombia que es pobre, y en muchas ocasiones, al 18% de éstos que viven en la indigencia y que no tienen recursos para el consumo mínimo de las calorías necesarias. Tanto es así, que hoy su madre, para que pudieran viajar hasta el lugar donde supuestamente está enterrado su hermano, víctima de los paramilitares, ha tenido que pedir un préstamo. “No sé que nos tocará hacer para pagarlo pero lucharemos para pagarlo y seguir adelante”.

Hasta los quince años, ayudar a su madre a criar a sus seis “hermanitos”, como ella los llama, y cultivar el pedazo de tierra que tenían eran sus principales problemas. Fue entonces, cuando ingresó en la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) según ella de forma forzada: “iban por las veredas y cogían a los pelaos (niños) y ya”. Allí pasó dos años de los que habla mucho sobre su formación como enfermera y labores propias de mantenimiento (cocinar, buscar leña, limpiar…) y muy poco sobre los combates. Sólo cuando explica por qué se escapó menciona un disparo que le alcanzó en un enfrentamiento con el Ejército. “Me cansé de ver tanta injusticia, cómo tumbaban pueblos enteros, cómo mataban niños, gente inocente. La ideología es bonita (…) pero los hechos son muy atroces”. Luz se inscribió entonces en el Plan Nacional de Reinserción del Comité Operativo para la Dejación de las Armas como desmovilizada de la guerrilla. “Por haberme entregado voluntariamente, supuestamente teníamos algunos derechos como un capital semilla para reintegrarnos a la sociedad, pero nunca lo cumplieron”. Luz Agüelo asegura que entregó armas, munición así como documentos de la organización. Según estos datos, el Estado debería haberle concedido una ayuda económica de quince salarios mínimos mensuales, en el caso de que quisiera estudiar grados superiores el 50 por ciento de los gastos, así como seguro médico y una ayuda para emprender micro empresas u otros proyectos laborales. Nada de esto se ha cumplido.
Pero el pertenecer a la guerrilla no le evitó perder familiares a manos de ninguno de los bandos de esta guerra. Un tío asesinado por los paramilitares, otro tío en un ataque a una estación de policía del pueblo antioqueño San Franciso por parte de las FARC, un hermano miembro también de la guerrilla asesinado por paramilitares junto a siete amigos, todos ellos menores de edad, y finalmente su hermano Norvey, de diecisiete años que fue asesinado cuando iba a visitar a su novia por los paramilitares.
 
Luz Agüelo sabe desde hace diez años dónde está enterrado su hermano Norvey. Alguien le había mostrado el lugar pocas semanas después de la desaparición. Pero de aquello hace diez años y entonces no eran tiempos apropiados para ir a desenterrarlo, denunciar su desaparición y ni tan siquiera para hablar mucho del asunto. Su pueblo, San Francisco en el departamento de Antioquia, ha sido muy castigado por la guerrilla y por los paramilitares. Y es muy probable que se cruzaran con los asesinos a menudo.

Así que hoy, tras muchos años de silencio, su madre, una mujer silenciosa, robusta y con un rostro de profundas arrugas que le echan encima veinte años más de los cuarenta y pocos que tiene, y ella han emprendido el camino hacia la montaña acompañadas por un equipo de la Fiscalía de Antioquia que a la semana hace una media de cuatro búsquedas de víctimas de los paramilitares, guerrillas y Ejército. Junto a una loma dedicada al cultivo de patatas, tras un par de intentos fallidos y gracias a la pericia del forense que ya intuye los lugares elegidos por los asesinos, el olor de la tierra extraida con una sonda presagia que ahí, justo debajo de nuestros pies hay enterrado alguien o algo. Por el olor y la textura, el forense anuncia que el cadáver de lo que hay enterrado ahí es más reciente que el de su hermano. “Así nos ha pasado, que vamos por uno, no lo encontramos y nos llevamos a otro”, explica el forense a Luz cuando se asusta ante la posibilidad de encontrar los restos que no sean los de su hermano. Tras la excavación de un pequeño agüjero, el forense encuenra un escapulario y confirma “Aquí hay un paciente”.

La madre se acurruca tras un árbol. Llora, aunque contenida. Más bien parece petrificada. Su hija pregunta “¿Y si las pruebas de ADN demuestran que no es mi hermano, seguirán buscándolo?”, pregunta Luz. “Claro, el problema es que por esta zona unos amiguitos tuyos dejaron unas bombitas” le contesta el forense, que trabaja codo con codo con los militares para poder acceder a zonas de presencia guerrillera. Muchos compañeros han perdido miembros del cuerpo por el efecto de las minas antipersona fabricadas artesanalmente, o incluso la vida.

Pero la madre y la hermana del “paciente” no han venido solas. Les acompaña el marido de la joven, un ex paramilitar con el que se casó hace unos cuatro años y con el que comparte la vida como desmovilizados y un pasado vinculado directamente a la guerra, aunque enfrentados. Son muy afectuosos entre ellos. Han caminado de la mano todo el camino y él le acaricia la cara cuando ella empieza a tiritar ante el descubrimiento, poco a poco, de un cuerpo pequeño, vestido con botas de agua. El sitio del enterramiento coincide con un riachuelo de agua subterránea. Éste hecho ha favorecido la conservación del cuerpo de algunos de los tejidos del cuerpo que, junto al agua, rellenan la ropa dando la falsa impresión de que bajo éstas sigue habiendo carne.

La madre reconoce la ropa, la hermana recuerda que tenía el pelo igual de largo que algunos de los que aún hoy permanecen pegados al cráneo. El marido ex paramilitar tiene los ojos vidriosos y el rostro colorado. Cuesta imaginar los pensamientos que cruzaran su mente. No habla en todo el día. Se turna en la tarea de consolar a su suegra y a su esposa. Ambas permanecen como dos fantasmas.

El forense recoge los restos ayudado por los ropajes, lo que evita que la madre tenga que ver huesos ni otras sustancias que hagan más duro el momento. Apenas una hora más tarde, apenas quedan huellas de lo ocurrido. El propio ex paramilitar junto al ayudante del forense ha rellenado con tierra la fosa. Una bolsa de plástico negro precintada, de apenas cuarenta centimetros cuadrados, basta para lo que ha quedado de este joven.

De camino al hospital más cercano en una furgoneta pick up de la Fiscalía, el matrimonio de jóvenes viaja en la bañera del automóvil junto a la bolsa de los restos. Los socavones del camino provocan que la bolsa se mueva entre sus pies. La hermana tiene un rictus de recogimiento, mientras su marido no deja de abrazarla en un respetuoso silencio. “Muchos piensan que uno hace esto por interés de un dinero que le van a dar, pero no. Uno hace esto porque tiene la oportunidad de recuperar a sus familiares y para uno es una gran satisfacción. Que uno es muy pobre y acepta las ayudas que le den, pues claro. Pero, eso no va a tapar todo el daño y el dolor que los paramilitares nos hicieron. Uno no olvida”.





INGLES.

In a country with forty-five million people, almost three million displaced and 38,000 missing in the four decades of conflict that suffering is hard to find someone who does not have any casualties among their relatives. And very easy to find entire families who have suffered the scourge ruthless violence on several of its members. That is the case of Luz grandfather, a young twenty-four year old daughter of peasants belonging to the 46 percent of Colombia's population is poor, and in many cases, to 18% of those living in poverty and not afford to eat enough calories minimum. So much so that today his mother, so they could travel to the place where he allegedly buried his brother, a victim of the paramilitaries, had to borrow money. "I do not know which we will do to pay but will fight to pay it and move on."

To fifteen years, helping his mother raise his six "brothers" as she calls them, and cultivate a piece of land they had were their main problems. It was then, when he joined the guerrilla National Liberation Army (ELN) as a forced her "were on the sidewalk and caught the pelaos (children) and now." He spent two years which speaks volumes about his training as a nurse and work proper maintenance (cooking, gathering wood, cleaning ...) and very little about the fighting. Only when he explains why he escaped mention a shot that hit him in a confrontation with the army. "I got tired of seeing so much injustice, as tombs entire villages, children being killed, innocent people. Ideology is beautiful (...) but the facts are appalling. " Light then enrolled in the National Rehabilitation Plan of the Operational Committee on Laying Down Arms and demobilized guerrillas. "For having given up voluntarily, presumably had some rights as seed capital to reintegrate into society, but never met." Light grandfather says he gave weapons, ammunition and documents of the organization. According to these data, the State should have granted financial assistance of fifteen times the minimum wage, in the case of wanting to study higher degrees, 50 percent of the costs and health insurance and assistance to undertake micro-enterprises or other work projects . None of this has been accomplished.

But the members of the guerrilla did not prevent him losing family at the hands of either side of this war. An uncle murdered by paramilitaries, another guy in an attack on a village police station Antioquia San Francisco by the FARC, a brother also a member of the guerrilla killed by paramilitaries with seven friends, all minors, and Norvey brother finally, seventeen years who was killed when he went to visit his girlfriend by the paramilitaries.

Light grandfather for ten years knows where her brother is buried Norvey. Someone had shown the place a few weeks after the disappearance. But that ten years ago and then there were appropriate times to go dig it up, exposing her disappearance and not even to talk much about it. His people, San Francisco in the department of Antioquia, has been hit by guerrillas and paramilitaries. And it is very likely to cross with the murderers often.

So today, after many years of silence, his mother, a quiet, sturdy and with a deeply lined face throw you over twenty years of the forties has, and she has taken the road up the mountain accompanied by a team of the Office of Antioquia that a week ago an average of four searches for victims of the paramilitaries, guerrillas and the army. Next to a hill planted with potatoes after a couple of failed attempts, thanks to the expertise of forensic intuition and the places chosen by the murderers, the smell of the soil extracted with a probe portends that there, right under our feet are buried someone or something. From the smell and texture, the coroner announced that the corpse of what is buried there is more recent than his brother. "This has happened to us, that we are one, is not found and we got to another," says forensic light when frightened at the prospect of finding the remains are not those of his brother. After digging a small hole, the coroner, housed a scapular and confirms "Here is a patient."

The mother is nestled behind a tree. Cry, but contained. Rather, it seems petrified. His daughter asks, "What if DNA tests show that it is my brother, still searching," asks Light. "Of course, the problem is that some friends around here yours left some bomblets" replied the coroner, who works closely with the military to gain access to areas of guerrilla presence. Many comrades have lost limbs due to the effect of landmines manufactured by hand, or even life.

But the mother and sister of "patient" have not been alone. They are accompanied by the young husband, a former paramilitary who married four years ago and with whom he shared life as a past demobilized and connected directly to the war but faced. They are very affectionate with each other. They walked hand in hand all the way and he strokes her face when she begins to shiver at the discovery, little by little, a small body, clad in rubber boots. The burial site coincides with a stream of groundwater. This fact has favored the preservation of the body of some tissues of the body, along with water, fill the clothes giving the false impression that there is still meat on them.

The mother recognized the clothes, the sister recalled that he had long hair like some of those that still remain attached to the skull. The former paramilitary husband's eyes are glassy, ​​his face red. Hard to imagine the thoughts that crossed his mind. He does not talk all day. It passes the task to console his mother and his wife. Both remain two ghosts.

The coroner helped collect the remains of the clothing, which prevents the mother has to do with bones or other substances that make it harder this time. Barely an hour later, there are hardly any traces of what happened. Former paramilitary himself next to the coroner's assistant has filled the pit with earth. A black plastic bag sealed, in just forty square inches, enough for what has become of this young man.

On the way to the nearest hospital in a van pick up for the prosecution, the young couple traveling in the cockpit of the car next to the bag of remains. The road tunnels cause the bag to move between your feet. The sister has a rictus of concentration, while her husband continues to hold her in respectful silence. "Many people think you're doing this for interest on money you will be given, but no. One does this because he has the opportunity to win back his family and one is a great satisfaction. That one is very poor and agrees to give aid, but of course. But that will not cover all the damage and pain that the paramilitaries did to us. One does not forget. "

domingo, 3 de abril de 2011

Orquesta Sinfónica Penitenciaria. Voces de Libertad.




Este documental es emocionante y conmovedor, nos enseña lo que es la esperanza, nos dice que todo es posible, no porque seamos únicos, sino libres para poder soñar y vivir, para poder ver el mundo desde otra perspectiva. Esto, sin duda es un logro más en Socialismo.

sábado, 2 de abril de 2011

DUMAR ALJURE (EL VALIENTE)

DUMAR ALJURE (EL VALIENTE)



De los jefes alzados en armas en esos años 40 y 50, los más destatados eran, aparte de Guadalupe Salcedo, Eduardo Franco Isaza, Eliseo Velásquez, Tulio Bautista y sus cuatro hermanos, Carlos Rodríguez “el pote”, Bernardo Giraldo “el tuerto”, Rafael Sandoval “failache”, Eduardo Nossa, y muy destacadamente, Dumar Aljure “el valiente”.

En vísperas del advenimiento del régimen militar que negoció con ellos, el número de guerrilleros se calculaba en unos 3 mil, auxiliados por otras 2 mil personas entre campesinos, niños y mujeres.

Si se les preguntaba porqué estaban en combate, respondían: “Para entregar el poder al pueblo Gaitanista”.

Los sublevados tuvieron alzas y bajas en su acción contra las fuerzas gubernamentales, las que acusaron al gobierno venezolano de ayudar a los rebeldes. (Como siempre) De otro lado, si en un momento dado se produjo la ruptura entre la Dirección Nacional Liberal y los guerrilleros del Llano, éstos en cambio se comportaron como gobierno alterno al de Bogotá, con una Constitución que organizaba su propia administración de justicia y creaba leyes para el Campesinado.

En vísperas del “golpe de opinión” del general Rojas Pinilla, el movimiento subversivo expidió una ley relativa a los derechos de las gentes en general y de las mujeres en particular, y demandó que nadie quedara excluido de la toma de decisiones políticas, todo lo cual bautizó como “La Revolución de los Llanos Orientales de Colombia”.

Esa “Revolución” pretendía sustituir el “Estado dictatorial y violento” por un Estado “democrático y popular”.

Una vez llevada a cabo la llamada pacificación de Rojas Pinilla, los guerrilleros de los Llanos fueron amnistiados y la gran mayoria de ellos vilmente asesinados, al igual que quienes se alzaron en Antioquia y el Tolima. (También había habido resistencia armada en Boyacá, el antiguo Caldas, Cundinamarca, los Santanderes y el Valle del Cauca). De todas maneras, "la Violencia" significó, para quienes profundizaron en el problema, el desajuste de las instituciones fundamentales, la trasformación de las reglas en cuanto a la tenencia de la tierra y una emigración de los campos hacia las ciudades que el Estado todavía hoy no ha podido enfrentar con eficiencia.

Bueno es recordar aquí que una vez escuchadas las promesas del Jefe Supremo (Rojas Pinilla) en el sentido de brindar “Paz, Justicia y Libertad”, fueron los guerrilleros liberales quienes le pidieron perdón por los crímenes que pudieran haber cometido desde el Bogotazo; además le solicitaron incorporar a la economía nacional esas regiones donde habían combatido y conceder a los que huyeron de la persecución oficial, la seguridad de que no serían objeto de represalias, sosa que no sucedio, sino por el contrario muchos de ellos fueron muertos en circunstancias no muy claras.

En el fondo se trataba de brindar los mismos derechos a todos los Colombianos. El gobierno militar pactó con quienes anunciaron que se acogían a la vida civil y conminó a aquéllos que persistían en la rebelión para que depusieran las armas. Pero la desmovilización no resultó fácil, a pesar de que la propaganda oficial la presentó de modo triunfalista.


Dumar Aljure (Centro) Guadalupe Salcedo (Izq)

Dumar Aljure, jefe insurgente (El Valiente) sus padres eran de origen libanés, y comandante de la guerrilla del Llano, en Upía. Era un hombre esbelto y moreno, con la mirada penetrante, varonil y autoritaria que demostraba coraje y hombria.

1952. Dumar Aljure, comandante de la guerrilla del Llano, en Upía, imparte instrucciones a sus oficiales.

Comandante Guadalupe Salcedo

Comandante Camilo Torres

Comandandte Victor Medina

Carta escrita por los comandos guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de los Llanos Orientales, el 8 de septiembre de 1953, al presidente Rojas Pinilla, en la que expresan su “determinación sincera y espontánea de deponer las armas con decoro”.

Firman:
José Guadalupe Salcedo, Jorge Enrique González, Humberto Paredes, Dumar Aljure, Rafael Calderón, Marco A. Torres, José Raúl Mogollón, Ignacio González, Marco A. Parra, Laurentino Rodríguez, Jorge Chaparro, Adán Chaparro, José Vicente Perilla, Jesús Feliciano, Antonio María Rincón, representante del pueblo civil, Carlos Neira Rodríguez, representante del pueblo civil, Maximiliano Ortega, Marco A. Torres, Miguel Trujillo. Aparece en blanco la firma de Eduardo Fonseca Galán, quien se encontraba en Bogotá en el momento de suscribirse la Carta.

Todos ellos, o la gran mayoria fueron asesinados de manera selectiva por los organos represivos del Gobierno de turno. Hechos que por desgracia se han borrado de la memoria historica del Pueblo, igual sucedera con los mas recientes...
 
En la foto el general Alfredo Duarte Blum, y los comandantes guerrilleros Guadalupe Salcedo y Dumar Aljure.

1953. Creyendo que habia llegado la Paz, los Jefes de la guerrilla liberal del Llano aceptan el llamado del presidente Rojas Pinilla.

Narrativa del corresponsal:
Bogotá, septiembre 14 (AFP)
Acabo de asistir a un espectáculo que sólo se ve una vez en la vida: vi, en un rincón situado en el corazón de la enorme llanura que se extiende al oriente colombiano, un ejército “fuera de la ley” armado de fusiles, los más variados, inclusive grases del siglo pasado, vestidos sus componentes con las más abigarradas indumentarias, a veces sin camisa, descalzos y casi todos desdentados, puestos en guardia, haciendo el saludo militar, deponer sus armas y recibir el abrazo del general Duarte Blum, comandante en jefe de las fuerzas armadas Colombianas.

Vi entre los guerrilleros a niños aún blandiendo enormes cuchillos y exhibiendo sus mejillas con cicatrices impresionantes. La escena tuvo lugar en el sitio llamado Cantaclaro, cerca de San Martín, en los Llanos Orientales, en donde la paz ha tornado después de casi cuatro años de guerra, la más sangrienta que esta parte del mundo haya visto después de las guerrillas mexicanas de Pancho Villa.

En las dependencias de una finca abandonada por sus habitantes, el alto comando había hecho levantar mesas e instalar la oficina provisional en donde se iban a distribuir salvoconductos que permitieran deambular libremente a esos hombres que, por espacio de largos años de aventura, había vivido al abrigo de regiones inexploradas.

El general Alfredo Duarte Blum , uno de los oficiales más inteligentes y más humanos que el presidente Teniente General Gustavo Rojas Pinilla cuenta entre sus colaboradores, llegó allá justo con su Estado Mayor. Eran las 14:05 locales y el sol del trópico ardía terriblemente cuando vi salir de uno de tantos caminos un espectáculo asombroso: vi al primer guerrillero que hizo su entrada. Llevaba un gorro rojo escarlata adornado de cintas con los colores de la bandera de Colombia. Lo seguía un joven que llevaba también un gorro escarlata y un chal rojo sangre que le caía hasta las rodillas.

Tras ellos avanzaba un hombrecito encorvado que llevaba un casco de acero alemán de la primera guerra mundial. Luego venían más de cien guerrilleros del grupo de Dumar Aljure, jefe insurgente de origen libanés. Ciento treinta y dos hombres en pingajos, con pantalones militares remendados y de todo color, gorros y sombreros desgarrados y todos descalzos, desfilaron al paso de ganso ante el general Duarte Blum, cuadrándose, formados en parada impecable, del lado izquierdo del campo preparado para la ceremonia.

Los últimos en entrar fueron seis niños, el más joven de los cuales, un muchacho rubio de mirada torva y con la mejilla señalada por una roja cicatriz, hacía todo lo posible para mantener un aire de marcialidad. No obstante, cuando creía que nadie reparaba en él, asía la mano de su vecino de más edad, el cual sólo tenía siete años... A continuación, Dumar Aljure, hombre esbelto y moreno, con la mirada penetrante, varonil y autoritaria, pasó revista a sus tropas; volvió sobre sus talones, hizo el saludo militar ante el general Duarte Blum, y dijo: “Mi general, los guerrilleros del grupo de Aljure se os presentan”. Al mismo tiempo y del otro costado, un hombre se adelantó y dijo: “Mi general: los guerrilleros conservadores de la paz de la región de San Martín se presentan a vos”.

El general pasó revista a las dos tropas, estrechó la mano y abrazó a todos y cada uno; habló largo rato con el pequeño guerrillero de siete años, el cual se sonrojó; luego, dirigiéndose a los unos y a los otros, el general Duarte dijo:

“La lucha ha terminado. Todos somos Colombianos. Debemos olvidar y perdonar a nuestros enemigos y todos de acuerdo debemos trabajar en la reconstrucción de nuestro país”. Una vez más los guerrilleros presentaron las armas: los que sólo tenía revólveres y conservaban las manos libres aplaudieron, mientras los más jóvenes, con las manos sobre las costuras del pantalón, dieron un salto en su lugar. Aljure, el jefe de las guerrillas liberales, pasó al lado ocupado por sus enemigos conservadores de la víspera y les estrechó la mano.

Entrega de las armas:
El momento crucial de la ceremonia había llegado: uno tras otro los insurgentes desfilaron ante las mesas, recibieron sus salvoconductos y entregaron a los oficiales sus fusiles, sus ametralladoras y sus revólveres. Todos parecían menos conmovidos de lo que se hubiera podido suponer porque, más allá de las armas de que se habían servido durante largo tiempo para matar como para defenderse, entreverían el porvenir: en efecto, del sitio en donde depusieron sus armas pasaron a un patio en donde se les dio vestimenta completa, alimentos y un utensilio de trabajo. En el patio de la finca el general Duarte me mostró las armas y cartucheras que acababan de deponer los guerrilleros: al lado de fusiles y ametralladoras americanas de último modelo, se erguía una torcida, larga y solitaria carabina de fabricación belga de la fábrica nacional de Lieja, cuya culata estaba atada al cañón por medio de alambre.

Entre las municiones de último modelo se encontraban grandes balas francesas, grases cargados con pólvora negra, los cuales, dijo el general, fueron importados a Colombia hacia fines del siglo pasado. Se cree que al terminar la Guerra de los Mil Días fueron colocados en lugar seguro por los abuelos de los guerrilleros que más tarde los utilizaron.

Esta historia aun continua.....